Recuerdo que desde niña siempre llevaba conmigo un cuaderno y un lápiz, los cuales fueron mis juguetes predilectos, mis fieles compañeros y los recuerdos más gratos de mi vida. Mi madre aun conserva mis primeras letras plasmadas en un amarillento cuaderno de línea, mi primeros discursos y muchos de los artículos que he llegado a escribir. Mi visión, por convicción y vocación, siempre tuvo un norte: el periodismo
martes, 20 de julio de 2010
La eterna Mafalda: después de 48 años sigue de moda
Un personaje tan simple como profundo, con ocurrencias y malestares, cargado de ingenio, ideología y reflexión
Mónica Llovera Borges
Esa niña del flequillo negro, cara redonda y acento argentino, que en una época hizo reír a grandes y chicos con su particular forma de mirar el mundo, es la protagonista de la tira cómica más popular en Latinoamérica durante los años 1962-1973. Sin embargo, su legado quedaría para la posteridad porque Mafalda, es ese personaje que no pasa de moda, que ha sido recordado a través de los años en ediciones, adaptaciones y relaciones sociales y culturales de muchos países. Hoy sigue muy presente en Buenos Aires (Argentina) donde nació hace 48 años producto de la imaginación del humorista Joaquín Salvador Lavado, mejor conocido como Quino.
Fue dibujada por vez primera un 15 de marzo de 1962 para una campaña publicitaria que nunca se realizó, pero la chica de ideas contestarias siguió su curso y desde 1964 se consagró como una historieta en la desaparecida revista argentina Primera Plana, luego pasó al Diario El Mundo y al éste cerrar, “se fue con sus amigos de vacaciones forzadas”, tal como lo expresó en una ocasión su creador, hasta que la revista Siete Días decidió contratarlos. Allí estuvo hasta el 25 de junio de 1973 cuando decidió despedirse de sus lectores.
La concepción de un personaje
Mafalda es una niña excepcional, con mucha curiosidad, visión del mundo y consciencia existencial muy amplia. Es despierta, siempre tiene preguntas por hacer y es capaz de filosofar ante cualquier hecho. Preocupada por la paz y los derechos humanos, es tan patriota que de haber ido a la universidad quizás hubiese estudiado alguna carrera relacionada con la diplomacia y luchado por ocupar un puesto en la ONU.
Sus comentarios y ocurrencias son el espejo de las inquietudes sociales y políticas de los años 60. Ella representa el inconformismo de la humanidad, pero con fe en su generación. Mundialmente conocida, se transformó en una insignia de las costumbres y la personalidad argentina. Su pasión por los Beatles y su acérrimo odio por la sopa nunca dejó de manifestarlos. Vive con sus padres y hermano Guille, con quienes forma una típica familia de clase media, que habita en la calle Chile 371, en San Telmo, un barrio de Buenos Aires. Debe tener al menos una abuela, porque después de unas vacaciones les envió una postal. Algunas veces aparece una tía. Tiene una mascota, la tortuga "Burocracia".
En su historia la acompañan:
Padres
Raquel es ama de casa. Él es un trabajador clase media cuya afición son las plantas. Ambos tiemblan de miedo cuando Mafalda les pregunta algo.
Guille
Le encanta la sopa. No sabe pronunciar bien la letra "R" ni la "S". Dibuja en las paredes, es adicto al chupón y ama a Brigitte Bardot.
Felipe
Es su mejor amigo. Se angustia cada vez que piensa en los deberes y la escuela. Su gran héroe es el Llanero Solitario y es muy tímido con las niñas.
Manolito
Es la personificación de la ambición. Su sueño es ser dueño de una de las cadenas de supermercados más grandes del mundo. Odia a los Beatles.
Miguelito
Es un soñador con una alta dosis de ingenuidad. Quiere ser un señor importante cuando sea grande. Conoció a Mafalda en la playa y se puso muy celoso cuando supo que ella tenía otros amigos.
Susanita
Sueña con casarse y tener hijitos. A pesar de ser una de las mejores amigas de Mafalda, es el ejemplo de la envidia y el egoísmo. Odia a Manolito y a veces parece estar enamorada de Felipe.
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