Recuerdo que desde niña siempre llevaba conmigo un cuaderno y un lápiz, los cuales fueron mis juguetes predilectos, mis fieles compañeros y los recuerdos más gratos de mi vida. Mi madre aun conserva mis primeras letras plasmadas en un amarillento cuaderno de línea, mi primeros discursos y muchos de los artículos que he llegado a escribir. Mi visión, por convicción y vocación, siempre tuvo un norte: el periodismo
viernes, 4 de marzo de 2011
El Tocuyo de la Costa padece de múltiples calamidades
Mónica Llovera Borges
Los pueblos de la Costa Oriental de Falcón fueron noticias a finales del 2010 por las torrenciales lluvias que cayeron en la zona. Tucacas, Chichiriviche, El Tocuyo de la Costa, San Juan de los Cayos, Mirimire, entre otros poblados, vivieron la trágica experiencia de ver inundadas sus viviendas, morir animales, perder cosechas y quedar incomunicados por muchos días. Hoy cuando ha trascurrido mes y medio del año 2011 el panorama que se evidencia en esta parte del territorio falconiano y, específicamente en El Tocuyo de la Costa, merece la reflexión.
El Tocuyo, ese lugar por donde se volvió obligatorio entrar si se va en transporte colectivo de Valencia a San Juan de los Cayos u otras comunidades que después de esta, también son parte del eje costero, ha venido padeciendo de múltiples calamidades y de la indiferencia gubernamental por largos años. Sus anchas y largas calles recuerdan aquellos episodios en los que Miguel Otero Silva narra la historia de un pueblo de los llanos venezolanos llamado Ortiz, cuyo destino de peste y tragedias, lo sumergió en el olvido. Son constantes las voces que se expresan, pidiendo mejor calidad de vida: agua, luz, servicio de aseo y transporte, asi como la culminación de obras. En ocasiones también se ha denunciado el incremento de actos delictivos por lo que sus habitantes exigen mayor seguridad policial. La “gestión gubernamental” ha dejado obras estancadas, calles rotas, proyectos engavetados u otras deficiencias que se reflejan en planteles educativos, iglesia, plaza, ambulatorios, entre otros.
Este pueblo es grande y en él, la gente lucha por vivir en medio de sus tradiciones y deficiencias. Tiene una cercanía con El Parque Nacional Morrocoy por lo que, muchos turistas también le conocen, pero la lamentable situación en la que se encuentra ha hecho que el turismo en la zona ya no sea el mismo.
Pero a diferencia de Ortiz, El Tocuyo tiene un gran potencial: su gente activa, trabajadora y sana que busca mantenerlo siempre vivo y quienes, pese a las trágicas situaciones, se niegan a salir de allí. En honor, respeto y reconocimiento a ellos, el llamado es para que las autoridades locales y regionales, busquen alternativas eficientes para mejorar el lugar. A los ciudadanos también corresponder aportar un grano de arena en la construcción de ideas, unificación de criterios y respeto por un patrimonio tan importante como este poblado.
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